Lao Tse. Tao The King. Capítulo XI

Treinta radios convergen en un solo centro;
Del agujero del centro depende el uso del carro.
Hacemos una vasija de un trozo de arcilla;
es el espacio vacío de su interior el que le da su utilidad.
Construimos puertas y ventanas para una habitación;
pero son estos espacios vacíos los que la hacen habitable.
Así, mientras que lo tangible tiene ventajas,
es lo intangible de donde proviene lo útil.


Hipnotizados como estamos con el ser, con lo material, con lo tangible, con la ganancia, las sensaciones, caprichos, comida, bebida, placeres, dinero, sexo por el sexo, el brillo, la vanidad, el poder, no vemos la profundidad de lo que es aparentemente la nada: el no-deseo, la renuncia a aquello que no es natural o que se desea en demasía y nos daña. A lo que no es auténticamente bueno aunque nos cause placer. No comprendemos el valor de la renuncia a tiempo. No comprendemos el valor de la conciencia como la gran rectora del ser aunque el seguirla nos haga entrar en un vacío aparente que luego se transformará poco a poco en contento y en luz.

Detrás de esa luz está Dios.

 

6 comentarios en “Lao Tse. Tao The King. Capítulo XI

  1. Disculpa, pero por asuntos personales he estado algo alejada de los blogs, y me estoy poniendo al día, poco a poco, ahora te dejo mi huella en esta entrada, y en cuanto pueda, vendré a leer los temas que me quedan pendientes y te los comentaré.

    Algunas veces los momentos no los valoramos, y hacemos de ellos, unos instantes vacíos, y llenos de superficialidad, y cuando algo importante nos ocurre, es cuando más valoramos la vida.

    Interesante esta entrada que nos hace comprender la luz.

    Un beso.

  2. Gracias, María por el comentario.

    Espero tengas siempre tiempo como hasta ahora para poder manifestar tus pensamientos y sentimientos que considero importantes.

    Un abrazo.

  3. Solo quiero expresar mi agradecimiento por esparcir estos conocimientos ancestrales, que para quienes ya están abiertos a ellos son invaluables, gracias por estar y compartir, un abrazo cordial

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