La Sabiduría oriental considerada en cualquiera de sus variantes como pueden ser el Taoísmo o el Budismo Zen no busca la destrucción del Yo o Individualidad superior. Esta idea es un error que propagaron ciertos orientalistas eruditos occidentales y, a su vez, cierta teología, a causa de un mal entendimiento. ¿Cómo puede conseguirse una felicidad o conciencia de amor superior si desaparece el núcleo de conciencia que nos hace experimentarla? En ese caso no podríamos sentirla.