El ser humano que no usa una mente nueva y una voluntad nueva que no esté sólo movida por el fuego del plano horizontal, de la vida puramente material y mecánica, no puede realizar una transfiguración interior. Téngase en cuenta que esta vida natural dialéctica que no alcanza a la liberación suprema de toda esclavitud incluye a los llamados planos astrales en los cuales nos pretenden introducir múltiples formas falsas de religión y de esoterismo. Falsas instituciones que nos hacen dar vueltas en la rueda de técnicas egoístas para consuelo o solución de problemas puramente dialécticos, es decir, que se relacionan sólo con la vida tal como es en su nivel de intereses corrientes que no trascienden espiritualmente.