Cuando de verdad se comprende la clave cada vez necesitamos menos ningún libro; es la propia radiación del Espíritu la que nos va iluminando con una simple mirada de aspiración del alma, mirada que desea la liberación sin nombre ni pensamiento.
El pensamiento especulativo, la inteligencia, por su propia naturaleza es incapaz de abarcar este campo de Luz infinito que da la liberación; no obstante sirve, durante un tiempo, para ver donde está la meta y hacia donde dirigirse sin engaños espirituales, los cuales crecen por doquier en la vida.