Tao The King. Capítulo VIII: La suprema bondad es como el agua


Naturaleza espontánea

La suprema bondad es como el agua
sin oposición llega a todos.
Habita en los lugares que los hombres aborrecen.
Así acercándose al Tao
uno se mantiene en armonía en su sitio,


ama lo profundo en sus pensamientos,
ama la bondad en su trato con la gente,
ama la veracidad en sus palabras,
en el gobierno ama el justo orden,
actúa conforme a como debe actuar,
actúa en concordancia con el tiempo.
Porque no se impone,
ningún reproche le cabe.

Comentario:

Llegar a todos supone no juzgar, estar dispuestos a beneficiar al amigo y al enemigo. Así el sabio no es rechazado por nadie. No obstante desde la antigüedad más remota los que no comprenden han tachado este comportamiento de necedad, cobardía, blandura, traición a la causa (¿causa?).

Acercarse al Tao, identificar nuestra naturaleza con la luminosidad insondable, que por eso mismo parece oscura, es ya estar en armonía con todo, es estar en lo profundo del pensamiento y no en la superficie estéril, es poseer la bondad en el trato con todos y la veracidad convincente en las palabras -que no supera ningún comunicador con sus manuales-, es ser justo de verdad si se obstenta alguna tarea de gobierno, es en suma, no imponerse y obtener todos los fines correctos, sin embargo.

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