ECKHART TOLLE
EL PODER DEL AHORA. UN CAMINO HACIA LA REALIZACIÓN ESPIRITUAL
CAPÍTULO UNO: USTED NO ES SU MENTE
«Cuando usted dice Ser ¿está hablando de Dios? Si es así ¿por qué no lo dice?
La palabra Dios se ha vuelto vacía de significado a través de miles de años de mal uso. Yo la uso a veces, pero lo hago poco. Por mal uso entiendo que las personas que nunca han tenido ni un atisbo del reino de lo sagrado, de la infinita vastedad que hay detrás de esta palabra, la usan con gran convicción, como si supieran de qué están hablando. O argumentan contra él, como si supieran qué es lo que están negando.
Ese mal uso da lugar a creencias y afirmaciones absurdas y a engaños del ego, tales como «Mi o nuestro Dios es el único Dios verdadero y tu Dios es falso» o la famosa afirmación de Nietzsche «Dios ha muerto».
La palabra Dios se ha convertido en un concepto cerrado. En el momento en que se pronuncia, se crea una imagen mental, quizá ya no la de un anciano de barba blanca, pero si una representación mental de alguien o algo externo a uno y, casi inevitablemente, algo o alguien masculino.
Ni Dios ni Ser ni ninguna otra palabra pueden definir o explicar la inefable realidad que hay detrás de ellas, así que la única cuestión importante es si la palabra es una ayuda o un obstáculo para permitirle a usted experimentar Aquello que señala. ¿Señala más allá de sí misma, hacia esa realidad trascendental o tiende demasiado fácilmente a volverse solamente una idea en su cabeza en la que usted cree, un ídolo mental?
La palabra Ser no explica nada, pero tampoco lo hace la palabra Dios. Sin embargo Ser tiene la ventaja de que es un concepto abierto. No reduce lo infinito invisible a una entidad finita. Es imposible formarse una imagen mental de ello. Nadie puede reclamar la posesión exclusiva del Ser. Es su propia esencia y es inmediatamente accesible a usted como la sensación de su propia presencia, la comprensión de Yo soy que es anterior a yo soy esto o yo soy aquello. Así que hay solamente un pequeño paso de la palabra Ser a la experiencia del Ser.
¿Cuál es el mayor obstáculo para experimentar esta realidad?
La identificación con su mente, que hace que el pensamiento se vuelva compulsivo. No ser capaz de dejar de pensar es una calamidad terrible, pero no nos damos cuenta de ello así que se considera normal. Este ruido mental incesante nos impide encontrar ese reino de quietud interior que es inseparable del Ser.
También crea un falso ser hecho por la mente que arroja una sombra de temor y de sufrimiento.
Observaremos todo esto con más detalle posteriormente.
El filósofo Descartes creía que había encontrado la verdad fundamental cuando hizo su famosa aseveración: «Pienso, luego existo». De hecho había dado expresión al error básico: equiparar pensar con Ser e identidad con pensamiento. El pensador compulsivo, lo que quiere decir casi todo el mundo, vive en un estado de separación aparente, en un mundo enfermizamente complejo de problemas y conflictos continuos, un mundo que refleja la creciente fragmentación de la mente. La iluminación es un estado de totalidad, de estar «en unión» y por lo tanto en paz. En unión con la vida en su aspecto manifestado, el mundo, así como con su ser más profundo y con la vida no manifestada, en unión con el Ser. La iluminación no es sólo el fin del sufrimiento y del conflicto continuo interior y exterior, sino también el fin de la temible esclavitud del pensamiento incesante. ¡Qué increíble liberación!
La identificación con su mente crea una pantalla opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquea toda relación verdadera. Se interpone entre usted y su propio yo, entre usted y su prójimo, entre usted y la naturaleza, entre usted y Dios.
Es esta pantalla de pensamiento la que crea la ilusión de la separación, la ilusión de que existe usted y un «otro» totalmente separado. Entonces olvida el hecho esencial de que, bajo el nivel de las apariencias físicas y de las formas separadas, usted es uno con todo lo que es. Con «olvidar» quiero decir que usted ya no puede sentir esta unidad como una realidad auto-evidente. Puede que crea que es verdad, pero ya no sabe que es verdad. Una creencia puede ser consoladora. Sin embargo sólo a través de su propia experiencia se vuelve liberadora.
Pensar se ha vuelto una enfermedad. La enfermedad ocurre cuando las cosas se desequilibran. Por ejemplo, no hay nada malo en que las células se multipliquen y dividan en el cuerpo, pero cuando este proceso continúa sin tener en consideración el organismo total, las células proliferan y tenemos una enfermedad. Nota: la mente es un instrumento magnífico si se usa correctamente. Utilizada en forma
inadecuada, sin embargo, se vuelve muy destructiva. Para decirlo en forma más exacta, no es tanto que usted la utilice inadecuadamente, generalmente usted no la utiliza en absoluto. Ella lo utiliza a usted. Esa es la enfermedad. Usted cree que usted es su mente. Ese es el engaño. El instrumento se ha apoderado de usted.
No estoy del todo de acuerdo. Es cierto que tengo muchos pensamientos inútiles, como la mayoría de las personas, pero todavía puedo escoger usar mi mente para lograr cosas y lo hago todo el tiempo.
Sólo porque puede resolver un crucigrama o construir una bomba atómica no quiere decir que usted use su mente. Así como a los perros les encanta roer huesos, a la mente le encanta hincarle el .diente a los problemas. Por eso hace crucigramas y construye bombas atómicas. Usted no tiene interés en ninguna de estas dos cosas. Déjeme preguntarle esto: ¿Puede liberarse de su mente a voluntad? ¿Ha encontrado el botón de apagar?»
Si vaciaramos la mente totalmente nos daríamos cuenta de ese significado y dejaríamos de llamar Dios o Ser a la ligera.
Nuestra mente crea egregores falsos que damos por verdaderos dando rienda suelta a todo tipo de egos.
La Nada y el Todo se reencuentran cuando nos desnudamos, en ese momento estamos dispuestos para abrir las alas y abrazar.
La humanidad necesita imágenes, pero al mismo tiempo tendría que saber ir mucho más allá, en lo que es la Transcendéncia del Saber y el no Saber…y entrar en el silencio de las Verdaderas Respuestas.
Un abrazo.
Gracias.
Gracias, Olga, por el comentario.
Estoy en sintonía con lo que dices.
Un abrazo.
Una entrada muy interesante de E. Tolle.
Gracias por la misma.
Un abrazo
Gracias por el comentario, Dani.
Un abrazo.
Eckhart es un gran mensajero de como parar el dialogo interno, y sus beneficios.
a la hora de hablar de dios, recordemos que incluso los angeles dudan de su existencia, y pensar que dios es simplemente el conjunto de nosotros y ahi se acabo, para mi, no es tan asi. yo veo a dios con una voluntad que si bien formamos parte, a su vez, nos trasciende. yo creo en el gran espiritu, y creo en su voluntad amorosa, al igual que eckhart, sin embargo, si lo veo a dios como un gran espiritu vivo y con su propia voluntad
Lo que ocurre es que no se debería de hablar de aquello de lo que no se tiene algún tipo de experiencia o convicción. Como dice E. Tolle «Por mal uso entiendo que las personas que nunca han tenido ni un atisbo del reino de lo sagrado, de la infinita vastedad que hay detrás de esta palabra, la usan con gran convicción, como si supieran de qué están hablando».
Es decir que no han tenido ningún atisbo de aquello que dice el Evangelio «El Reino de Dios dentro de vosotros está». Dios es más interno a nosotros que la personalidad y también que el llamado Yo superior y quien no trasciende todo esto y muere a la egocentricidad no puede tener ningún atisbo de esta vastedad infinita de Luz y Amor que es la Divinidad.
Gracias por el comentario.