Historia y motivaciones:

• Hollar el sendero nace como una forma de expresar inquietudes espirituales. Nace desde la intuición y el sentimiento de la existencia de una verdad y una felicidad superiores. Nace por el convencimiento de la existencia de una armonía con los demás seres humanos y con Dios mediante la cual el mismo mundo se siente y se vive con plenitud.

Valores y principios:

• Se pretende con estas reflexiones ensayar comentarios que traten de acercarse a la verdad. Una verdad en el terreno de la Sabiduría Universal capaz de explicar de dónde venimos, quienes somos y cuál es nuestro destino, si queremos afrontarlo. Esto sólo puede hacerse practicando los mensajes de Sabiduría Universal repartidos en las Escrituras inspiradas y sagradas de la humanidad.

• La mayor sabiduría es la sabiduría de la humildad, la sabiduría de la anulación del yo inferior o personalidad perseguido por muchos en su búsqueda de liberación pretendiendo divinizarlo sin saberlo. Este yo de la individualidad egoísta, supuestamente espiritual, es necesario permutarlo o transfiguralo en el auténtico yo espiritual que solamente respira en la luz de Dios.

• Como se expresa en el escrito «Buscar la verdad libre y responsablemente» -que figura en esta página web- nadie nos puede sustituir a ningún otro en el trabajo de buscar la verdad y no debemos ni podemos descargar en nadie la responsabilidad de las creencias o convicciones que adoptemos cada uno, ni de nuestros actos y actitudes consecuentes. Esto no quiere decir, sino al contrario, que no haya que consultar humildemente las sabidurías que creemos que lo son en mayor o menor medida.

• Por otra parte, cada persona tiene el derecho y el deber de rectificar en sus creencias y en su búsqueda de esta verdad y, por lo tanto, en su vida, si descubre algún error en su camino de búsqueda.

• Por último una pequeño párrafo del Libro de Mirdad: Si “inexplicablemente te  invade una sed de conocer tu Verdadero Interior”, entonces debéis saber que el silencio en el cual yo os haré entrar es aquella expansión infinita en la que el no ser pasa a Ser y el Ser pasa a no ser. Es aquel vacío imponente donde todo sonido nace y es apagado; donde toda forma es modelada y destruida; donde todo ego es creado y aniquilado; donde nada existe a excepción de AQUELLO.
  A no ser que atraveséis ese vacío y esa expansión en contemplación silenciosa, no sabréis cuan real es vuestro Ser, ni cuan irreal es el no ser.» (Naimy , Mikhail, «El Libro de Mirdad – Un Faro y un Puerto»).