Todo esfuerzo de la mente inferior o mente concreta, esa mente que se desenvuelve por los razonamientos que realiza mediante los conceptos, la descripción de las propiedades de las cosas concebidas, mediante la comparación, la argumentación, etc. es un esfuerzo que está determinado por el pasado y dirigido por el deseo de un objetivo. Es un pensamiento limitado, preso de lo determinado, un pensamiento para lo útil y lo técnico en todo caso, no un pensamiento de la liberación, de la iluminación, de una felicidad distinta de los goces y sufrimientos de este mundo que nos causan congoja, depresión, miedos y demás emociones, bien por causa del mal que esperamos o del bien que tememos perder.
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